"Las palabras tienen algo especial. En manos expertas, manipuladas con destreza, nos convierten en sus prisioneros, se enredan en nuestros brazos como tela de araña y en cuanto estamos tan embelesados que no podemos movernos, nos perforan la piel, se infiltran en la sangre, adormecen el pensamiento. Y ya dentro de nosotros ejercen su magia"
viernes, 29 de octubre de 2010
miércoles, 27 de octubre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
jueves, 14 de octubre de 2010
Esa tarde, un cielo gris y plomizo oprimía la ciudad, obligándonos a vivir en un eterno crepúsculo. Las almas y los ánimos de las personas parecían haber volado a otro lugar. Un cigarrillo consumiéndose lentamente era nuestra única garantía de que el tiempo no se había parado. Aún seguíamos en el mundo de los vivos, aunque nuestros cuerpos parecían vagar sin rumbo por lugares donde en el pasado corríamos y jugábamos alegremente. Aquel cielo y aquellas nubes parecían haber atrapado todo nuestro bienestar y nuestra esperanza. Me vi sentado, con la espalda encorvada, mirando fijamente un punto en el suelo, y en ese instante, lo entendí todo y al mismo tiempo no entendí nada. Había crecido, ya no era un niño inmaduro, debía empezar a plantearme propósitos mucho mas seriamente de lo que había hecho hasta entonces. Tuve el valor de empezar de cero y ver las cosas desde un punto de vista diferente. Así llegué a ser como soy.
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