martes, 28 de febrero de 2017

Hay palabras que solo deberían servir una vez

Mereces saberlo. Te he engañado. Ahora mismo. Y sí, me siento mal, me salí del sendero (ese en el que tu siempre te has mantenido a mis ojos, con mas o menos acierto). No hay mas buenas noches contigo, espero verte en casa, cuando ambos volvamos y nos encontremos por casualidad, y nos giremos, y con suerte... nos digamos algo más que un hola, y podamos hablar alrededor de un café caliente, con la mirada en los ojos y sin saber que, en ese momento, estamos recuperando el sendero que dejamos cuando nos separamos.
Esta noche te he engañado... y he visto una de nuestras películas con otra persona, y la verdad no creí que llegaría a sentirme tan mal y... el curioso caso... es que mañana me levantaré solo y seguiré roto pensando que siempre (siempre) eres tu la que debe compartir mis películas, y mi cama nunca es la misma sin ti.

domingo, 5 de febrero de 2017

Tan lejos y tan cerca, como Enero y Diciembre...

Sabes... ese momento cuando la persona que te gusta de repente se queda totalmente parada mirando el suelo, o una esquina de la mesa, o de la habitación, o quizás un poco de agua del vaso.... Cuando para esa persona el tiempo casi se detiene en un instante. Como si en ese momento no fuese ella misma, como si estuviese volando entre estrellas y universos enteros durante unos pocos segundos...

Y yo te pregunto "¿en qué piensas?" y tú me respondes "en nada", y yo sé que mientes y en ese momento siento una terrible curiosidad de saber qué te ronda por la cabeza y sobre qué mundos vuela esa audaz mente soñadora. Y sonrío. Y ambos sabemos que no se puede pensar en nada, y que en lo que realidad piensas es en la vida.

Sabes... esos ínfimos momentos, demasiado escasos, cuando tu piensas en la vida... Yo te miro, y sonrío, tímidamente, sin hacer mucho ruido.
Porque pienso en ti.