lunes, 20 de mayo de 2013

Antes de comenzar, usted debe saber que esto no es una historia de amor, la fantasía que pueda encontrar es totalmente ilusoria, no hay finales felices, no hay perdices ni canciones que cantar, simplemente silencio; un silencio abrupto, incómodo, imposible de expresar en toda su magnitud. El mundo entero podría imaginarlo, y nadie llegaría a entenderlo. El silencio que queda cuando alguien se va para no volver, el silencio que no mata, pero que hiere de gravedad, y te deja tan apaleado que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece. Antes de comenzar usted debe entender que esta historia,  al contrario que muchas, no contiene mentiras: lo que usted lea y sienta (si finalmente siente algo) será real, nadie podrá negárselo. Solo le pido que abra su mente, que se convierta al menos durante esta lectura en un librepensador y entienda que las cosas a veces son más complicadas de lo que a simple vista parece, que la realidad se tergiversa muy fácilmente, que la paranoia simplemente en ocasiones hace acto de presencia y complica lo que pudiera parecer un juego de niños. De este modo y para comenzar, comenzamos: