sábado, 31 de mayo de 2014

No sé si lo ha notado pero de manera discreta (quizás no tanto) vengo casi rogando encuentros con usted...

Mientras caminaba de vuelta a casa esta noche me he unido al conocido y triste grupo (donde me tienen casi como VIP) de los Neruda, Bécquer, Aqualung, Iron and Wine, autores con canciones lentas de piano y un sinfín de personajes de este calibre. Pero cuando he llegado a casa y he atravesado esta puerta lo único que he sentido ha sido rabia, de no poder ser mejor, de no poder hacer las cosas mejor. Hay veces que una única persona conquista a otra sólo por sus acciones pero le falta algo, quizás el físico o el carácter o el tiempo o la edad, que aun así hace imposible que ambas personas lleguen a amarse mutuamente. Creo que por mucho que se haya dicho de que la personalidad enamora, es una trola que nos quieren colar (quizás para los que no somos muy guapetes como diría mi tía). Todo cuenta, y el amor a primera vista es uno de los que más, que llene con el primer vistazo, que encienda el alma, que apague la oscuridad...
Esta noche te vas a tu nuevo destino, y me encantaría que me llevaras en una de tus tres enormes maletas que dices que tienes, pero algo me falta, tú y sólo tu lo sabrás...

viernes, 30 de mayo de 2014

Saltar y llegar más lejos

Hoy, por primera vez desde que estoy aquí, siento la necesidad de volver atrás, no definitivamente, no para quedarme, sino para recargarme. Hoy necesito volver a mi zona de confort más que nunca, como el que da un paso atrás para tomar impulso y llegar más lejos. No es que haya perdido ilusión ni ganas de vivir el día a día, pero necesito volver a sentirme confiado con personas que ya haya conocido, y aunque todas las personas de aquí me tratan realmente bien, me gustaría volver a por algo ya conocido...
Hoy estoy muy espeso y no me salen las palabras, quién sabe porqué...

jueves, 29 de mayo de 2014

Tú...

Esta noche escribo a una chica italiana que no se si me leerá algún día (realmente lo dudo bastante) pero esta noche, que son las 5 de la mañana y estoy bastante borracho (para qué mentir…) me gustaría que supiera que ella me gusta mucho. Aunque ya se lo haya dicho, adoraría que lo supiera realmente, que me hiere realmente verla besándose con otro chico que acaba de conocer cuando yo estoy loco por rozar sus labios… (no pensaba que fuera de ese tipo de chicas), me hiere verla partir cuando adoraría que se quedara aunque solo fuera un día más, solo para disfrutar de su presencia. Esta noche se produjo una declaración y, para variar, hubo un “no” por respuesta, pero esta noche, esa declaración era totalmente sincera y verdadera.
Mi amada y querida Martina (creo que es de las pocas veces que ha aparecido un nombre claro en este blog), fue un autentico placer coincidir en esta vida, espero que cuando encuentres esa persona que buscas, si no es la verdadera, me llames, pues te estaré esperando…

Desde la primera noche, tu bien lo sabes, me recordaste a alguien, alguien a quien siempre busqué, alguien a quien siempre añoré, pero ¿y si esa persona que has estado buscando durante vidas, no te reconoce? ¿qué ocurre ahora? ¿Qué pasa contigo? ¿Qué hice mal?

viernes, 23 de mayo de 2014

Es un privilegio alcanzar a ser uno mismo

Después de dos meses de vivir y trabajar aquí tengo la sensación de que he comenzado a tranquilizarme, al menos respecto a las cuestiones del día a día. La rutina, no la que agobia, sino esa que permite que nos sintamos parte de un sitio conocido y que no vivamos en continuo estado de sorpresa, empieza a aparecer.
Me he acostumbrado al bacalhau, los pasteles de Belém, las caipirinhas, a los shot´s de cada fin de semana y a repetir tudo bem como si jamás hubiera hecho algo distinto en mi vida.
Tal vez fuera por mi enorme deseo de desaparecer del mundo que ya conocía y adaptarme a un medio distinto, que me volví una esponja, o quizás como ayuda para olvidar tiempos pasados, o simplemente como cambio trascendental.
Recuerdo aquella noche con mi billete en la mano cuando me despedía de los que me querían; si al partir había sentido que daba un salto al abismo y me quedaba sin raíces, al llegar empecé a intuir que me sentía cómodo, y que incluso no necesitaba esas raíces. Aquí la gente establece relaciones absolutamente presentes, que en todo caso pueden llegar a extenderse en el futuro, pero nunca arrastran el pasado, por bueno o malo que sea.
El día que empezaron a preguntarme si realmente era español supe que algo había cambiado no sólo para mí, sino también para los que me conocen. Creo que he sacrificado demasiadas cosas que he amado y me han importado con el fin de viajar y descubrir, no solo el mundo, sino a mí mismo. Puede que éste sea mi lugar y que no tenga que volver nunca, o también puede que ya haya terminado mi tiempo aquí y haya que volar a otro sitio lejos de lo ya conocido.

jueves, 22 de mayo de 2014

Déjà vu?

Todos los días, en la intersección de la Rua Santa Marta con la Avda. Liberdade, en la misma esquina cada día se coloca un pequeño puesto ambulante donde una simpática anciana vende, entre otras cosas, fresas a los viandantes. Y todos los días yo paso trajeado por delante para ir a trabajar, y me fijo en esas grandes y rojas fresas a la vez que mi boca empieza a crear saliva. Pero todos los días, cuando acabo de trabajar, esa anciana ya se ha ido y esa esquina está vacía, ya no hay fresas ni personas comprando, y para mí ese pedacito de calle se vuelve un poco más gris.
Hoy me apetecen más que nunca esas fresas, para mezclarlas con un par de ingredientes y un ratito en la nevera, y compartirlas con algún que otro individuo extranjero que de vez en cuando, como un fantasma, aparece por aquí por casa…

Es extraño, parece que ya viví esto antes…

martes, 20 de mayo de 2014

Entre ventanas y contraventanas

En mi habitación existe un microclima, sí. Está lloviendo fuera, caen esas pequeñas lágrimas frías del cielo que me recuerdan siempre a ti, las veo caer gota a gota desde la farola que emana esa luz amarilla justo en frente de mi ventana. Y dentro la calidez me inunda, la madera del suelo, de la puerta, de los muebles está caliente debido al cielo azul y al sol de mediodía, bonita combinación por supuesto. Pero existe un pequeño espacio entre las cristalinas ventanas y las contraventanas de madera donde no se está ni tan cálido ni tan frío, y ése lugar, oh dios, es perfecto para escuchar el mágico sonido que proporciona la lluvia cayendo sobre mi ventana. No sé cómo me llegó a gustar tanto ese sonido, no alcanzo a recordarlo, pero ahí lo tengo y me apena que pueda parar o aminorar. Supongo que la lluvia permite que aflore en mi interior un estado de melancolía diferente, no triste ni taciturna, sino simplemente un ensimismamiento que me proporciona una simple sonrisa extraña y muchos recuerdos, del pasado e incluso del  futuro.

sábado, 3 de mayo de 2014

Contra qué luchaban los marginados...




Difícil es salir de la tierra después de un beso tuyo

Un mes, es apenas el tiempo que llevo aquí, y hoy, como generalmente, me parece estar viviendo dentro de alguna de esas series americanas. He descubierto y aprendido mucho en este tiempo, cuando llegué todo era nuevo, bonito, suave y musical. También mi pequeña habitación con esa cama que estuvo rota un tiempo, también el hotel (aunque sinceramente yo no pagaría el precio que vale por estar allí). Durante este tiempo parece que he estado, y estoy, viviendo en una montaña rusa, todo me da vueltas. Es tanta la información que quiero atrapar, tantos los datos que quiero captar, que siento como si la vida común y cotidiana se me hubiera convertido en una tarea tan difícil como escalar una montaña, pero tan placentera como deslizarse por un tobogán.
Evidentemente todo es nuevo: los paisajes, los sabores, la música, las palabras, los tonos, los olores... Incluso la lluvia durante los primeros días parecía que me se pegaba a mí y me mojaba más. A veces sigo sintiendo como si tuviera que reordenar mi cabeza continuamente, es abrumador.
Realmente me alegra estar aquí, los días son cortos y las noches más cortas aún, apenas duermo, y creo que no es por nada ni por nadie en especial (está bien... quizás alguna noche me sigas viniendo a la mente), pero realmente a penas tengo tiempo de echar de menos a la gente que dejé atrás. Este es un lugar muy diferente, aunque parezca mentira. Es como si al abrir mi cabeza hacia nuevos caminos los de atrás me parecieran ya muy lejanos, casi olvidados, pero no en la vida, como si tuviera que borrar parte de mi disco duro y volver a cargar otra información. Por un lado a veces es una experiencia agobiante pero, por el otro, tengo que admitir que es como si mi cabeza estuviera a punto de abrirse, como si de golpe hubiese empezado a despertar de un sueño que aún recuerdo pero que, con tiempo, puede acabar olvidándose casi completamente.