Elegiría que mientras la pasión disminuye, debajo de ella creciera el sentimiento.
Elegiría que ni yo ni la otra persona nos asustáramos de la desaparición de la pasión.
Elegiría que nuestro sentimiento fuera amor y no sólo querer.
Y, finalmente, elegiría que se diera la posibilidad de reenamorarme, de vez en cuando, de esa persona que amo.
En ese mismo instante me di cuenta del verdadero significado del amor: amar es el bienestar que sentimos por la simple existencia de otra persona, independientemente de lo que esa persona haga, diga o tenga, por eso cuando amo no manejo, ni me aferro, ni presiono.
¿Y tú? ¿amas de verdad?
Creo hacerlo, pero nunca diré 'para siempre' :) Tequiero nano ;)
ResponderEliminarY ese es el verdadero amor. Pero es tan difícil encontrarlo... Aunque claro, eso es lo que lo hace aún más interesante :)
ResponderEliminarTe has dejado llevar, por la comodidad y la dejadez, por la seguridad de saber que siempre volverá, te buscará y lo solucionará. Eres egoista, deja de mirarte el ombligo, lucha si de verdad lo sientes. Equivocarse es humano, pero lo realmente valiente es saber reconocerlo, perdir perdón y tragarse el orgullo. Sé que no soy quien para decir nada, pero os haceis daño, no sigais haciéndolo. Creo que esta vez te toca dar un paso al frente ¿Te atreves?
ResponderEliminarMe da igual si te molesta el comentario, la verdad duele, deja de hacerte la victima siempre.. equivocate, reflexiona, arreglalo y sigue, eres mucho más de lo que dejas ver, lo sé, lo noto, pero encerrarte en ti no te hace más valiente, solo vives en la seguridad de saber que no te harán daño, pero es lo que realmente no te deja amar ni que te amen por completo, absolutamente tal y como eres, esa es la gran diferencia, pero... sigue hay, callado y triste. Puedes elegir sentir todo lo que has dicho, pero no sentado en la silla compadeciendote de ti mismo, amar y sufrir a veces van un poco de la mano. Bien es cierto que es tu vida. Aprovechala y suerte.
luche tantisimo, y nadie siquiera se enteró, y me hubiera dado igual que se hubieran enterado o no, si al final hubiera servido de algo claro. He luchado tanto que me averguenza reconocerlo a veces, y un dia, en una noche de esas raras despues de mucho tiempo, de repente lo dejas, parece que no vale la pena luchar por nadie mas, y simplemente no lo haces, y haces daño, y matas, y te martirizas por ello, pero no luchas, porque parece que desde esa noche no vale la pena nada, y nada tiene sentido.
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