sábado, 26 de octubre de 2013

-Hoy, sigo escribiendo día a día, pero ha sido una semana de esas que cada día pasa algo distinto y vas a la cama con una sonrisa, he visto mucho y he hecho mucho, he conocido la historia de alguien, he fumado, he bebido (a veces al mismo tiempo), he besado labios únicos (próximamente seré más explicito con esto), he intentado borrar todo mi pasado y me ha dado rabia no poder haberlo hecho más rápido, me he dado cuenta que he sido un poco cabrón a veces, y que para esas veces me gustaría tener un saco de boxeo, o mejor: un ring entero para dar unos cuantos golpes a alguien. He ido al cine, más de lo que me hubiera permitido en un dia corriente, pero menos de lo que me hubiera gustado ir, he patinado, he viajado, he conocido gente, siempre con un punto de vista diferente, he caminado largo y tendido para conseguir un simple helado, he pensado... Y... he sentido la luz tenue de una vela dibujando una silueta en la pared, una silueta con un pelo largo y un rostro dulce, que posiblemente no será nada para mí, ni yo para ella, pero toda acción buena, todo milagro que ocurra, todo destino que nos inventemos y creemos, tiene su repercusión más allá de lo que podemos ver normalmente, así que... confiemos en lo desconocido, que el resto está muy visto.

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