sábado, 7 de junio de 2014

Y hoy.. ¿qué?

Mi habitación huele a chocolate fundido, y mi camiseta nueva (que estrené anoche) huele a humo y sudor, no ha parado de llover en todo el día y aún no he alcanzado a encontrar el mirador al que casualmente llegué el primer día, no hay vistas hoy. Pero la cuestión del chocolate me nubla la mente, y no llego a comprender la razón de ese olor. Creo que comí carne en mal estado y, aunque no creo que lo necesite, estaría bien saber al menos si hay un hospital cerca, hace tiempo que no leo esa carta entre la luna y la tierra, esa que me encantó tantísimo y que intenté compartir (sin mucho acierto he de decir). He llegado a pensar en la posibilidad de ganar algo, de invertir arriesgando, o incluso de correr algo más que las cortinas durante la mañana. Empiezo a aborrecer ese olor a chocolate, y no tengo ni la menor idea de donde viene. Un cúmulo de ideas es lo que expongo hoy y lo que realmente hay siempre en mi cabeza: de una se salta a otra y a otra y a otra... y al final acabo pensando en algo absurdo que no tiene ninguna conexión con la primera idea.

¿Será de algún filipino perdido, o de un cereal?

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