lunes, 3 de mayo de 2010

Amores

Los amores imposibles son los que más duelen. Ver a la amada día tras día sin poder evitarlo, y sabiendo que nunca estará ahí con nosotros cuando haga falta porque la realidad es que no nos ama, es un gran tormento. Por eso no me gustan los amores imposibles, sino los improbables. Éstos dejan un mínimo de esperanza en la persona.
El 12-1 contra Malta era improbable pero sucedió, el hombre en la luna, agua en marte... Todo ello era improbable y aun así acabó pasando. ¿En el amor no podría pasar lo mismo?

Los amores a primera vista son los que más duran, los improbables son los otros. Cuando conocemos a una persona, las primeras palabras, la primera mirada... todo tiene un significado para los dos. Desde el primer momento, nuesta alma se pone color de amor cuando estamos con ella, aparecen sonrisas, cosas en común, y se forma una burbuja que nos aísla del resto del mundo, y dentro de ella un vínculo que va más allá de lo que podemos ver normalmente. Es entonces cuando la razón se colapsa y no atiende a razones. El corazón se apodera de todo, la emoción se vuelve tan intensa que el cuerpo no logra contenerla y los sentimientos se vuelven poderosos. Así que si esto no es amor, ¿qué es entonces?

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