jueves, 20 de mayo de 2010

El mal de una relación

La felicidad, la amistad, el amor... en esta vida todo es efímero. Durante un momento puedes tenerlo todo y un segundo después te ves bajo la lluvia solo, triste y amargado, y no ves a nadie que te haga salir de ese estado. Observando cómo la vida te da tan fuerte que no puedes casi ni respirar... En este estado es muy dificil ver la realidad, pero si aguantas, aunque sea acompañado de la soledad, al final te das cuenta de que todo es pasajero; e incluso esa mancha negra dentro de ti puede ir desapareciendo con el agua que nace de nuevas amistades, de un nuevo amor y de un nuevo camino que se forja con el tiempo. Incluso la herida más profunda, aunque hayas estado al borde del suicidio y hayas pensado que nada irá a mejor, el tiempo, como la magia, lo curará todo. Al principio parecerá imposible que algo así sane, pero si eres fuerte y aguantas el tirón, puedes salir casi sin darte cuenta incluso estando en soledad. Con el tiempo un nuevo amor surgirá pero, ¿cómo podemos saber si ese amor no nos volverá a hacer daño? ¿y si la historia no es tan bonita como pesamos? ¿cómo saberlo? No hay respuesta, es imposible no sufrir nada en una relación, siempre habrá algo de celos hacia otra persona. Y cuando el amor es muy grande, solo basta un cambio de peinado en el momento preciso, una ducha fuera de tiempo, o un poco mas de maquillaje en un día cualquiera para que el temor a perder a esa persona aparezca y empecemos a dudar. Lo que hagamos en ese instante es lo que nos marcará nuestra futura relación con esa persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario