domingo, 16 de mayo de 2010

Una pagina mas

Querido diario:
La amaba, a veces ella tambien me quería. Queria estar siempre con ella, me encantaban sus grandes ojos marrones, su pelo, a veces lacio y a veces rizado, ese lunar en su cadera en forma de mariposa... Ese último adios quizás fuese innecesario: no quería estar conmigo, venía tarde y se iba temprano, y no hablaba más de lo necesario. Lejos quedaban aquellos tiempos de amor mutuo, en los que ambos nos divertíamos, jugábamos y bromeábamos con el futuro. Pero las historias bonitas sólo existen en los cuentos de hadas, y aquello de comer perdices no era para ella. Hice todo para evitarlo pero el fin tenia que llegar, antes o después. Quizas algún día me quite esa estaca que se clavó en mi corazón, pero sus astillas siempre estarán clavadas. Aún no se cómo lo superé, ni de dónde saco los ánimos para redactar estas líneas. Supongo que debido a un recuerdo, una astilla se ha clavado un poco mas en mi corazón y ahora sólo espero que mi razón sea capaz de sacarla para sobrevivir un poco mas antes de entregarme a la muerte.

2 comentarios:

  1. A veces somos más fuertes de lo que creemos :)

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  2. ...por qué siempre me haces recordar cosas que enterre para siempre? ,,

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